Julia Herzl |
Theodor Herzl tuvo una vida breve y traumática, rayana
entre la locura y el suicidio. Lo embargaron patologías como la misantropía y
la homofobia: «Apegado infantilmente a su
madre y sujeto a crisis de entusiasmo y melancolía, sentía por la sexualidad
una especie de repulsión que se traducía en odio por su pene circunciso y en
vergüenza por su condición judía. Mientras fue estudiante, rodeado de
antisemitismo, no dejó de sentirse humillado, haciendo suyos los argumentos de
sus enemigos: admiraba el ideal wagneriano y el pangermanismo “ario”, tratando
así de evadirse, como dirá Stefan Zweig, “de lo meramente judío hacia lo
espiritual”, obedeciendo el “impulso inconsciente de emanciparse de todo lo que
había tornado estrecho el judaísmo, del exclusivista y frío afán de ganar
dinero”.[1] Pero, por lo que sabemos, muy pronto fue
víctima del autoodio (Selbshass) judío, pasión suicida y tan tortuosa y
ambivalente como la que sintió por su mujer, Julie,[2] inestable, colérica, demente, que amenazaba
sin cesar con cortarse las venas, con envenenarse o tirarse por la ventana.
Herzl con sus tres hijos |
De
este turbulento matrimonio nacieron tres hijos: Pauline,[3] la mayor, morirá después de haber sido internada
varias veces. Hans,[4]
el varón, experimentará numerosas
conversiones —fue baptista, cuáquero, unitariano—, hasta que finalmente volvió
a la sinagoga, pero cuando se enteró de la muerte de su hermana se suicidó
pegándose un tiro. Trude,[5]
la menor, maníaco-depresiva, fue
asesinada por los nazis en Theresienstadt, en 1942, mientras que su hijo, el
único nieto de Theodor,[6]
se negó a instalarse en Palestina y se
suicidó ahogándose en Washington.»[7]
Fue el avatar de un hombre resentido y
antisemita. «Herzl… se convertiría en un
progermánico[8]y, por lo tanto, en opositor de la
multietnicidad del Imperio de los Habsburgo. Su asimilacionismo llegó tan lejos
que incluso pensó en su propio bautismo, como escribió en sus diarios[9]… También pensó en el bautismo de su hijo,
aunque no lo hiciera ni tampoco lo circuncidara.[10]
[…] Además de su asimilacionismo, la
visión de su propio pueblo tampoco era la más adecuada para convertirse
posteriormente en el líder del sionismo: lo consideraba un ‘pueblo y afeminado’[11]
y gustaba de hacer bromas antisemitas,[12]
de lo que dejó muchas muestras en sus
cartas, diarios y novelas. Así, en 1885 escribió en una carta tras una cena en
una casa burguesa judía: “Ayer una gran soirée[13]
en la casa de Treitel. Alrededor de
treinta o cuarenta pequeños y feos judíos. Ninguna vista consoladora.”[14]Y durante unas vacaciones en Ostende en
carta a sus padres: “Muchos judíos vieneses y de Budapest en la playa. El resto
de los veraneantes muy agradables.”[15]
Su fenotipo[16]
tampoco le agradaba especialmente: “tienen
un cuerpo y fisonomía distinta, una extraña, e incluso, ay, una despreciable
fisonomía.”[17] Eso era debido, según él, a la endogamia.
Consideraba que sus correligionarios habían sido las sanguijuelas “de
[1] Stefan Zweig, Le monde d’hier. Spuvenirse d’un
Européen. Paris: Belfond,
1993, p. 29 [trad. esp.: “El mundo de ayer”, en Obras Completas. Barcelona: Juventud, 1953, Vol. IV, p. 1303].
[2] Julia Naschauer Herzl (1869-1907) se
casó con Herzl a los veinte años de edad, en 1889, y murió a los 38 años.
[3] Pauline Herzl
(1890-1930).
[4] Hans Herzl
(1891-1930).
[5] Margarethe “Trude” Herzl Neumann
(1893-1943) fue asesinada junto con su marido Richard Neumann (1867-1943) en el
campo de concentración de Theresienstadt (hoy República Checa). Véase Ilse
Sternberger, Princes Without a Home :
Modern Zionism and the Strange Fate of Theodore Herzl's Children, 1900-1945.
San Francisco: International Scholars Publications, 1994.
[6] Stephen Theodore Norman (1918-1946), ante
el surgimiento del nazismo, fue enviado por sus padres a Inglaterra. Allí
cambió su primer nombre Stephan por Stephen, el segundo Theodor por Theodore y
su apellido Neumann se convirtió en Norman. Luego de estudiar en la academia
militar, ingresó en la Royal Artillery.
Fue comisionado a servicios en la India y la isla de Ceilán
(hoy Sri Lanka). Alcanzó el grado de capitán en la Royal Artillery.
Finalizada la guerra, fue asignado a la embajada británica en
la capital de Estados Unidos. Allí se enteró de la muerte de sus padres luego
de una llamada a Viena. Esta noticia le provocó una grave crisis y lo llevó a
saltar del puente de la avenida Massachusetts sobre el Rock Creek Park
desde una altura de 30
metros . Tenía 27 años.
[7] Élisabeth Roudinesco, A vueltas con la cuestión judía.
Barcelona: Anagrama, 2011, pp. 98-99.
[8] Jacques Kornberg, Theodor Herzl: From Assimilation to Zionism.
Bloomington, IN; Indiana University Press, 1993, p. 48.
[9] Jacques
Kornberg:2003, p. 81.
[10] Paul Johnson, La historia de los judíos. Buenos Aires: Javier, Vergara, 1991, pp.
397-398.
[11] Michel Warschawski, Israel-Palestina: La convivencia binacional. Madrid: Catarata,
2002, p. 41.
[12] Paul Johnson:1991, pp. 397-398.
[13] En francés, ‘fiesta’, ‘recepción’,
‘velada’.
[14] Jacques Kornberg:2003, p. 72.
[15] Paul Johnson:1991, p. 397.
[16] Los rasgos fenotípicos incluyen rasgos
tanto físicos como conductuales.
[17] Paul Johnson:1991, p. 24.
[18] Paul Johnson:1991,
p. 21.
[19] Paul Johnson:1991,
p. 21.
[20] Arthur Schnitzler
(1862-1931), dramaturgo austriaco.
[21] Jacques Kornberg:1993, p. 154.
[22] Pedro Cobo, “Theodor Herzl, fundador del
sionismo político”, Estudios 72, Instituto
Tecnológico Autónomo de México, 2005, pp. 23-25.