sábado, 10 de marzo de 2012

Capítulo XLI - Los herederos de Jabotinsky y Ben Gurion


Si hay alguien que debe ser tenido en cuenta en el trasvasamiento generacional del liderazgo sionista, es el secretario íntimo de Jabotinsky, Benzion Netanyahu[1], padre del actual primer ministro de Israel, Beniamín Netanyahu (nacido en 1949). “Bibi” Netanyahu, representación genuina del partido HaLikud, literalmente “La consolidación”, es el resultado de más de 90 años de militancia sionista revisionista, la misma que practicaron Stern, Shamir y Beguin y, más recientemente, Ehud Olmert, Tzipi Livni y Avigdor Lieberman.
En el otro campo del sionismo, en el del laborismo de Ben Gurion, hubo también equivalentes de valía: Shimon Peres, Levi Eshkol, Itzhak Rabin, Ariel Sharon (que luego se pasó a la derecha), Moshe Dayan, Golda Meir, y en nuestros días Amir Péretz y Ehud Barak.
Ben Gurion le obsequia una menorá al presidente estadounidense Harry S. Truman, el mismo que ordenó lanzas las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945 y luego aprobó el asesinato de su propio ministro de marina, y primer ministro de defensa de EE.UU., James Forrestal (1892-1949), por oponerse a la creación de Estado de Israel. 

El sionista revisionista Menajem Beguin y los sionistas laboristas Moshe Dayan e Itzhak Rabin reciben al arquitecto de Apartheid, el primer ministro sudafricano Balthazar Johannes Vorster (1915-1983) en Jerusalén (1976). Vorster había sido un fanático pronazi y el fundador de la organización terrorista Ossewabrandwag que realizó atentados contra objetivos británicos durante la segunda guerra mundial

Ben Gurion con sus dos principales colaboradores, Moshe Dayan y Shimon Peres durante la década de 1950. 

Moshe Dayan y Ariel Sharon en la Guerra de los Seis Días (junio de 1967). 

Fue muy certero el político austriaco judío Bruno Kreisky (1911-1990), canciller de Austria entre 1970-1983, al certificar la naturaleza terrorista de todos estos líderes israelíes: «El gobierno israelí actual no tiene el más mínimo derecho de hablar sobre el terrorismo, porque todos sus miembros fueron un día terroristas.»[2] Y como ya hemos visto, ambos bandos fueron colaboradores de nazis y fascistas. Es decir, no solamente han sido y son los verdugos del pueblo palestino, sino de la propia comunidad judía. Pero, no hay mal que dure cien años (ni cuerpo que lo resista)

Ehud Barak (ministro de defensa laborista) y Benjamin Netanyahu (primer ministro revisionista). La foto es un símbolo que acredita que es falsa la versión que intenta engañar con la premisa de que hay un sionismo laborista “bueno” y un sionismo revisionista “malo”. En realidad, el sionismo es un solo, criminal y terrorista, y los hechos lo demuestran. Desde la masacre de Balad al-Shaykh (31/12/47 a 1/1/48) ejecutada por la Haganah, y la de Deir Yassin (9/4/48) cometida por el Irgún, pasando por el asesinato del alto comisionado de la ONU, conde Folke Bernardotte (17/9/48), del que participaron juntos el Irgún y la Haganah), y las masacres de Sabra y Chatila (16-18/82), cuyos autores ideológicos fueron el primer ministro Menajem Beguin (ex Irgún) y el general Rafael Eitán (ex Haganah), queda certificado que los sionistas, como los nazis, sus maestros, siempre fueron, son y serán terroristas. 


[1] Nacido Benzion Mileikowsky en Varsovia (Polonia), el 25 de marzo de 1910. Su apellido posterior se debe al seudónimo con el que solía firmar sus artículos: Netanyahu (“Regalo de Dios”). Militante revisionista desde muy temprano, fue amigo íntimo y compañero del extremista Abba Achimeir. Especializado en la historia de la Edad de Oro del Judaísmo en la España musulmana, fue el autor de “Los orígenes de la Inquisición española” (Barcelona: Crítica, 1999). Actualmente vive en Jerusalén, a la edad de 101 años.
[2] Bruno Kreisky en una entrevista concedida a Laurent Dispot, del periódico Le Matin, París, septiembre de 1982; citado en Saad Chedid (compilador), Palestina: El holocausto ignorado, Buenos Aires: Editorial Canaán, 2004, p. 237.