«Los nazis me atemorizaron de ser judío, y los israelíes me hicieron avergonzar de ser judío.»[1]

Israel Shahak [2]

La medalla con la svástica y la estrella sionista en cada cara. En 1934, para conmemorar el viaje del barón Leopold Itz Edler von Mildenstein a Palestina, Goebbels mandó acuñar esta medalla. Del lado de la estrella decía en alemán: EIN NAZI FÄHRT NACH PALÄSTINA (Un nazi viaja a Palestina); y del lado de la svástica, UND ERZÄHLT DAVON IM ANGRIFF (Y se lo narra en el Angriff). Por esa misma época ya estaba en funcionamiento el Acuerdo Haavara entre el Gobierno del Tercer Reich y el Sionismo Laborista de Ben Gurion.

Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi, y David Ben Gurion, jefe del laborismo sionista y de la organización terrorista Haganah

[1] Citado por Gilad Atzmon, The Wandering Who. A Study of Jewish Identity Politics. Alresford, Hants (UK): Zero Books – John Hunt Publishing, 2011, p. vii.

[2] Israel Shahak (1933-2001) nació en Varsovia, Polonia, hijo de padres judíos ortodoxos y sionistas. Tras sobrevivir al internamiento en los campos nazis de Poniatowo y Bergen-Pelsen, emigró a Palestina en 1948. Hasta su retiro, fue profesor de Química orgánica en la Universidad Hebrea de Jerusalén. A través de conferencias y artículos en los más prestigiosos diarios occidentales Shahak adquirió una notable presencia como intelectual enfrentado a la política expansionista israelí. Presidente desde 1970 de la Liga de Derechos Humanos y Cívicos, Shahak complementó la defensa práctica de los derechos de todos los habitantes, sin distinción alguna, en el Estado de Israel, con la investigación histórica y la reflexión sobre el judaísmo y el sionismo [Extractado del libro de Israel Shahak, El Estado de Israel armó las dictaduras en América Latina. Buenos Aires: Editorial Canaán, 2007]. Véase Israel Shahak, Open Secrets: Israeli Foreign and Nuclear Policies. London: Pluto Press, 1997; Israel Shahak y Norton Mezvinsky, Jewish Fundamentalism in Israel. London: Pluto Press, 1999.

sábado, 10 de marzo de 2012

Capítulo XXXII - La academia naval de Civitavecchia: origen de la marina israelí

En los últimos años, las exhaustivas investigaciones del politólogo italiano Andrea Giacobazzi, publicadas en dos obras, “El eje Roma-Berlín-Tel Aviv (2010) y “El fez y la kipá” (2011)[1] han podido reconstruir las íntimas relaciones entre los sionistas revisionistas y los fascistas en la Italia de Mussolini.
Tapa del libro de Giovanni Cecini,
“Los soldados hebreos de Mussolini:
Los militares israelitas en el período fascista”. 
Ahora gracias a Brenner y Giacobazzi, entre otros, se sabe con detalles cómo fue la alianza entre los partidarios de Jabotinsky con el fascismo italiano. En 1934, Jabotinsky y su movimiento juvenil Betar habían hecho una alianza concreta con Il Duce, para que a unos 130 miembros del Betar les fuera permitido cursar como cadetes regulares en la academia naval de la Marina Italiana Fascista en Civitavecchia, un puerto del mar Tirreno que queda a 80 kilómetros al noroeste de Roma. Y sería el propio Duce con su presencia quien inauguraría el curso betarí en 1935.
Los autores ideológicos y ejecutores fueron dos italianos judíos que por una parte eran sionistas revisionistas y, por el otro, miembros del “Partito Nazionale Fascista”: Leone Carpi e Isacco Sciaky. Carpi era el jefe de los sionistas revisionistas en Italia y el editor del periódico “L’Idea Sionistica” que, además de ser la revista del Betar en lengua italiana, conjugaba ideas sionistas revisionistas y fascistas. Sciaky era un profesor de filosofía en un liceo de Florencia que se había consagrado al sionismo revisionista.[2] Por ejemplo, la correspondencia entre Sciaky y Jabotinsky fue muy abundante durante quince años y periódica durante el movimiento de la escuela naval.[3]
Enzo Sereni. 
«El ejemplar de marzo de 1936 de L’Idea Sionistica, el periódico de la rama italiana de los revisionistas, describe las ceremonias llevadas a cabo  en la inauguración del nuevo cuartel general de la brigada Betar: “A la orden ‘¡Atención!’ [Attenti] resonó un triple canto ordenado por el oficial comandante de la escuadra: Viva Italia, “Viva el Rey, Viva el Duce”, seguido por la bendición que el rabino Aldo Lattes[4] invocó en italiano y en hebreo, por Dios, por el Rey y por el Duce . […] La Giovinezza [el himno del Partido Fascista] fue entonada con mucho entusiasmo por los Betarim.»[5]
A propósito de la muerte de un cadete judío de la academia fascista que pereció ahogado en 1935, el 28 de mayo de ese mismo año el periódico “Il Popolo” de Roma se refirió a la ceremonia fúnebre correspondiente que se llevó a cabo en la nave ‘Domenico’. De la misma participaron el capitán de navío Nicola Fusco, director de la academia e Yirmiyahu “Irma” Halpern[6], un madrij (guía ideológico) del Betar y mentor de la futura marina israelí. El diario informó: «En el lugar donde ocurrió el accidente, los compañeros del cadete muerto rezaron de acuerdo a su propia tradición. Luego se realizó una ceremonia militar, y se arrojó un ramo de flores al mar. Todos los que estaban presentes, a continuación, realizaron el Saludo Romano[7] con la cabeza descubierta.»[8]
En 1935, Halpern fue el skipper (comandante) del velero ‘Sara 1’, construido en la Escuela Naval de Civitavecchia, considerado “el primer barco judío” de los tiempos modernos. En agosto de 1937, el ‘Sara 1’, convertido en buque escuela de los cadetes betarim (anticipo de la futura marina israelí), realizó su primer viaje de instrucción desde Civitavecchia a Haifa (Palestina): «El viaje del ‘Sara 1’ se tradujo en el deseo de los revisionistas de acercar a Italia e Israel, y crear una alianza mediterránea que permitiera expulsar a los poderes atlánticos y restaurar la dominación latina sobre el ‘Mare Nostrum’.»[9]
Andrea Giacobazzi inserta en la contratapa de su libro “El eje Roma-Berlín-Tel Aviv una serie de frases que son muy elocuentes respecto de la identificación de los sionistas revisionistas con el nazifascismo:
«La lealtad a Dios y su Ley, se confirmará con la lealtad a la Patria, al Duce y al régimen que ha salvado a Italia.» (Rabino A. Toaff a jóvenes italianos judíos).
«Los judíos del Oriente son criaturas miserables, de un nivel casi no humano, caracterizados por puntos de vista morales subasiáticos, ajenos al espíritu alemán.» (Max Naumann,[10] jefe de los alemanes judíos).
Yirmiyahu “Irma” Halpern,
instructor del Betar en la academia naval fascista
 de Civitavecchia y
comandante de la marina israelí


«Usted es el hombre elegido por el destino para traer algo de alivio a la creciente miseria infligida a nuestro pueblo.» (Chaim Weizmann a Benito Mussolini).
En 1934, Weizmann fue recibido por Mussolini en el Palazzo Venezia de Roma. En una parte del amabilísimo diálogo, Il Duce se dirigió al líder del Sionismo Mundial y futuro presidente de Israel con estas palabras: “¿Debo entender, Dottore Weizmann, que su empresa sionista en Palestina está creciendo gracias al flujo de judíos desde Alemania?”[11] Mussolini se refería al acuerdo nazi-sionista de Ha’avara que en ese momento había alcanzado su máximo apogeo.
El buque-escuela ‘Sara 1’, construido en la Italia de Mussolini y considerado “el primer navío judío” de los tiempos modernos




[1] Andrea Giacobazzi, L’asse Roma-Berlino-Tel Aviv: I rapporti internazionali delle organizzazione ebraiche, dell’ organizzazione sionista e del movimento sionista revisionista con l’Italia fascista e la Germania nazionalsocialista (Rimini: Il Cerchio, 2010); Il Fez e la Kippah: Tre cinquantine di documenti sulla collaborazione ebraica, sionista e sionista-revisionista col fascismo italiano. Saggio introduttivo di Stefano Fabei (Parma: Edizioni all’insegna del Veltro, 2011).
[2] Véase Alberto Bianco, “Les sionistes révissionistes et l’Italie: Histoire d’une amitié très discretes (1932-1938)”, Bulletin du Centre de recherche français á Jérusalem (Automme 2003), pp. 22-45.
[3] Véase Vincenzo Pinto (a cura de), Stato e libertà: Il carteggio Jabotinsky- Sciaky: 1924-1939. Potsfazione di Sergio I. Minerbi. Soveria Manelli, Catanzaro: Rubbettino Editore, 2002.
[4] Aldo Lattes fue rabino jefe de Roma y director de la Escuela Judía Elemental de Roma. A partir de 1937 se desempeñó como rabino jefe de Trípoli (Libia) donde reemplazó al rabino Castel-Bolognesi por solicitud del gobernador general fascista de la colonia Italo Balbo (1896-1940).
[5] Suplemento al nº. 8 de L’Idea Sionistica (Marzo de 1936), p.2. Lenni Brenner:2011, p. 200.
[6] Yirmiyahu “Irma” Halpern (1901-1962), de origen lituano (su apellido de nacimiento era Halperin), estudió y se graduó en la Academia Naval Italiana en 1917. Alistado en las filas sionistas revisionistas, sirvió como ayudante de campo de Jabotinsky cuando éste fundó la Haganah en Jerusalén en 1920. Halpern se convirtió en uno de los madrijim del movimiento Betar. Entre 1932 y 1933 fue el comandante del Brit HaHayal, un grupo de choque revisionista en Polonia que recibió el apoyo de derechistas polacos. Por sus aptitudes de liderazgo y conocimientos de náutica e idioma italiano (tenía un certificado que los acreditaba como “capitán de barco”, en hebreo ‘Rav Hahovel’), Halpern fue la persona ideal para formar parte de la oficialidad del Betar Academia Naval en Civitavecchia (Italia), establecida en 1934 con el patrocinio de Mussolini. Durante la Segunda Guerra Mundial, Halpern abrió una escuela de cadetes para tripular skippers en Inglaterra con la subvención de la familia Rothschild. Desde 1948 se radicó en el puerto de Eilat (Palestina) y se dedicó a la oceanografía y al estudio de los recursos naturales del Mar Rojo. Siempre fue un elemento indispensable de consulta para la nueva marina israelí. En 1959, Halpern propuso el “Canal Eilat” como alternativa al Canal de Suez.
[7] En la Columna de Trajano, en Roma, aparecen diversos ejemplos de “saludo romano”, en relieves donde se muestra legionarios saludando al emperador, así como en las estatuas de algunos emperadores como Augusto, o en la estatua ecuestre de Marco Aurelio. También existe un relieve del siglo II d. C. hallado cerca de Éfeso (antigua Jonia, hoy Turquía) donde aparece este saludo en la ilustración de los funerales de un oficial militar, siendo posible ver a manera de saludo brazos extendidos hacia adelante, con la palma de la mano abierta y hacia el suelo, en un ángulo de 45 grados. El significado político del saludo resurgió en septiembre de 1919 cuando un grupo armado de 2000 italianos, dirigidos por Gabriele D’Annunzio, tomó por asalto la ciudad de Fiume (actual Rijeka en Croacia) y estableció allí un gobierno ultranacionalista que reclamaba la anexión de Fiume a Italia y adoptaba ideas típicamente fascistas, utilizando el “saludo romano” para identificarse. Semejante acción sirvió para inspirar a Benito Mussolini, líder del fascismo italiano quien aprobaba las ideas de D’Annunzio y luego adoptó dicho “saludo romano” como elemento distintivo de sus seguidores. El gesto mismo servía para la propaganda fascista a efectos de asociar al régimen mussoliniano con la recuperación de las tradiciones del Imperio romano, tomando como modelo a éste. Después de 1922, Mussolini instruyó al Partido Nacional Fascista de Italia para exigir que el “saludo romano” sea utilizado obligatoriamente por sus seguidores y luego por toda la población italiana en señal de adhesión al régimen. El “saludo romano” sirvió entonces como modelo para el saludo nazi usado posteriormente por Adolf Hitler y sus partidarios en Alemania.
[8] Eran Kaplan, The Jewish Radical Right: Revisionist Zionism and Its Ideological Legacy. Madison, Wisconsin: University of Wisconsin Press, 2005, p. 157.
[9] Eran Kaplan, “Between East and West: Zionist Revisionism as a Mediterranean Ideology”, en Ivan Davidson Kalmar y Derek Jonathan Penslar (eds.), Orientalism and the Jews. Lebanon, NH: Brandeis University Press, p. 141.
[10] Max Naumann (1875-1939) fue el fundador de la Verband nationaldeutscher Juden (Liga de los Alemanes Judíos Nacionales). Ultraderechista y ultrarracista, pero en las antípodas de la política de nazis y sionistas que buscaban neutralizar o eliminar a los asimilacionistas, Naumann, abogado de Berlín y ex capitán del ejército real bávaro, convocó a los alemanes judíos para que se asimilaran completamente para acabar con el antisemitismo. Los nazis prohibieron la Liga el 18 de noviembre de 1935.
[11] Yehuda Avner, “Bygone Days: Chaim Weizmann’s tea with Mussolini” (El té de Chaim Weizmann con Mussolini), The Jerusalem Post, 1/23/2008. http://www.jpost.com/Opinion/Columnists/Article.aspx?id=89827