En los últimos años, las exhaustivas investigaciones
del politólogo italiano Andrea Giacobazzi, publicadas en dos obras, “El eje
Roma-Berlín-Tel Aviv (2010) y “El fez y la kipá” (2011)
han podido reconstruir las íntimas relaciones entre los sionistas revisionistas
y los fascistas en la Italia
de Mussolini.
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Tapa del libro de
Giovanni Cecini, “Los soldados hebreos de Mussolini: Los militares israelitas
en el período fascista”. |
Ahora gracias a Brenner y Giacobazzi, entre otros, se
sabe con detalles cómo fue la alianza entre los partidarios de Jabotinsky con
el fascismo italiano. En 1934, Jabotinsky y su movimiento juvenil Betar habían
hecho una alianza concreta con Il Duce, para que a unos 130 miembros del Betar les
fuera permitido cursar como cadetes regulares en la academia naval de la Marina Italiana Fascista en
Civitavecchia, un puerto del mar Tirreno que queda a 80 kilómetros al
noroeste de Roma. Y sería el propio Duce con su presencia quien inauguraría el
curso betarí en 1935.
Los autores ideológicos y ejecutores fueron dos
italianos judíos que por una parte eran sionistas revisionistas y, por el otro,
miembros del “Partito Nazionale Fascista”: Leone Carpi e Isacco Sciaky. Carpi
era el jefe de los sionistas revisionistas en Italia y el editor del periódico
“L’Idea Sionistica” que, además de ser la revista del Betar en lengua italiana,
conjugaba ideas sionistas revisionistas y fascistas. Sciaky era un profesor de
filosofía en un liceo de Florencia que se había consagrado al sionismo
revisionista. Por
ejemplo, la correspondencia entre Sciaky y Jabotinsky fue muy abundante durante
quince años y periódica durante el movimiento de la escuela naval.
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Enzo Sereni. |
«El ejemplar de marzo de 1936 de L’Idea Sionistica, el periódico de la rama italiana de los
revisionistas, describe las ceremonias llevadas a cabo en la inauguración del
nuevo cuartel general de la brigada Betar: “A la orden ‘¡Atención!’ [Attenti] resonó
un triple canto ordenado por el oficial comandante de la escuadra: Viva Italia,
“Viva el Rey, Viva el Duce”, seguido por la bendición que el rabino Aldo Lattes
invocó en italiano y en hebreo, por Dios, por el Rey y por el Duce . […] La Giovinezza [el himno
del Partido Fascista] fue entonada con mucho entusiasmo por los Betarim.»
A propósito de la muerte de un cadete judío de la
academia fascista que pereció ahogado en 1935, el 28 de mayo de ese mismo año
el periódico “Il Popolo” de Roma se refirió a la ceremonia fúnebre
correspondiente que se llevó a cabo en la nave ‘Domenico’. De la misma
participaron el capitán de navío Nicola Fusco, director de la academia e
Yirmiyahu “Irma” Halpern,
un madrij (guía ideológico) del Betar
y mentor de la futura marina israelí. El diario informó: «En el lugar donde ocurrió el accidente, los compañeros del cadete
muerto rezaron de acuerdo a su propia tradición. Luego se realizó una ceremonia
militar, y se arrojó un ramo de flores al mar. Todos los que estaban presentes,
a continuación, realizaron el Saludo Romano
con la cabeza descubierta.»
En 1935, Halpern fue el skipper (comandante) del
velero ‘Sara 1’,
construido en la Escuela Naval
de Civitavecchia, considerado “el primer barco judío” de los tiempos modernos.
En agosto de 1937, el ‘Sara 1’,
convertido en buque escuela de los cadetes betarim (anticipo de la futura
marina israelí), realizó su primer viaje de instrucción desde Civitavecchia a
Haifa (Palestina): «El viaje del ‘Sara 1’ se tradujo en el deseo de los
revisionistas de acercar a Italia e Israel, y crear una alianza mediterránea
que permitiera expulsar a los poderes atlánticos y restaurar la dominación
latina sobre el ‘Mare Nostrum’.»
Andrea Giacobazzi inserta en la contratapa de su libro
“El eje Roma-Berlín-Tel Aviv una serie de frases que son muy elocuentes respecto
de la identificación de los sionistas revisionistas con el nazifascismo:
«La lealtad a Dios y su
Ley, se confirmará con la lealtad a la Patria, al Duce y al régimen que ha salvado a
Italia.» (Rabino A.
Toaff a jóvenes italianos judíos).
«Los judíos del Oriente son
criaturas miserables, de un nivel casi no humano, caracterizados por puntos de
vista morales subasiáticos, ajenos al espíritu alemán.» (Max Naumann,
jefe de los alemanes judíos).
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Yirmiyahu “Irma”
Halpern, instructor del Betar en la academia naval fascista de Civitavecchia y
comandante de la marina israelí
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«Usted es el hombre elegido
por el destino para traer algo de alivio a la creciente miseria infligida a
nuestro pueblo.» (Chaim
Weizmann a Benito Mussolini).
En 1934, Weizmann fue recibido por Mussolini
en el Palazzo Venezia de Roma. En una parte del amabilísimo diálogo, Il Duce se
dirigió al líder del Sionismo Mundial y futuro presidente de Israel con estas
palabras: “¿Debo entender, Dottore Weizmann, que su empresa sionista en
Palestina está creciendo gracias al flujo de judíos desde Alemania?”
Mussolini se refería al acuerdo nazi-sionista de Ha’avara que en ese
momento había alcanzado su máximo apogeo.
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El buque-escuela
‘Sara 1’,
construido en la Italia
de Mussolini y considerado “el primer navío judío” de los tiempos modernos |
Andrea Giacobazzi, L’asse
Roma-Berlino-Tel Aviv: I rapporti internazionali delle organizzazione ebraiche,
dell’ organizzazione sionista e del movimento sionista revisionista con
l’Italia fascista e la
Germania nazionalsocialista (Rimini: Il Cerchio, 2010); Il Fez e la Kippah: Tre cinquantine di
documenti sulla collaborazione ebraica, sionista e sionista-revisionista col
fascismo italiano. Saggio introduttivo di Stefano Fabei (Parma: Edizioni
all’insegna del Veltro, 2011).
Véase Alberto Bianco, “Les sionistes révissionistes et l’Italie:
Histoire d’une amitié très discretes (1932-1938)”, Bulletin du Centre de recherche français á Jérusalem (Automme
2003), pp. 22-45.
Eran Kaplan, The Jewish Radical Right: Revisionist
Zionism and Its Ideological Legacy. Madison, Wisconsin: University of
Wisconsin Press, 2005, p. 157.