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Georg Kareski |
Georg Kareski (1878-1947), un prominente banquero
berlinés, fue presidente de la
Organización del Estado Sionista de Alemania entre 1934 y
1937 y apoyó con cuantiosas sumas de dinero al partido nazi y a la dictadura de
Adolf Hitler.
«La política de los nazis consistió en favorecer a los
judíos sionistas por encima de los no sionistas, y en esa línea decidieron que
su estrategia no sería la supresión de los “marxistas” de la ZVD sino el abierto apoyo a
los miembros de la
Organización del Estado Sionista. El 13 de abril de 1935, la Gestapo notificó a la
policía que desde aquel momento los miembros de la Organización del
Estado Sionista recibirían
“… de manera excepcional —y
siempre revocable—, permiso para que sus miembros pertenecientes a la “Juventud
Nacional Herzliana” y a la “Brith Hashomrim” utilicen uniformes de puertas
adentro porque la
Organización del Estado Sionista ha demostrado ser una
organización que por todos los medios, incluso ilegalmente, ha tratado de
llevar a sus miembros a Palestina, y que, por su actividad sincera dirigida
hacia la emigración, se cruza con la intención del gobierno del Reich de sacar
de Alemania a los judíos. El permiso para vestir uniformes debe alentar a los
miembros de las organizaciones alemanas de judíos a unirse a las juventudes de la Organización del
Estado Sionista, donde serán exhortados con mayor eficacia a emigrar a
Palestina.”»
A pesar de la relación entre la Organización del
Estado Sionista y la Gestapo,
Kareski todavía fue bienvenido en el Congreso de Viena de la NZO,
en 1935.»
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Miembro de la Jugend Herzlia del Betar
en Alemania en 1935 |
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Miembro de la Juventud Hitleriana
en 1935 |
Por entonces, las diferencias entre la Juventud Hitleriana
(en alemán Hitler-jugend) y la Juventud Nacional
Herzliana (Nazional Jugend Herzlia) del
Movimiento Sionista Revisionista eran más de forma que de fondo: ambas
juventudes militarizadas cultivaban la pureza racial, adherían al concepto de Blut und Boden (Sangre y Suelo) y creían
firmemente que pertenecían a un pueblo elegido.
El 23 de diciembre de 1935, en una entrevista que fue
publicada en Der Angriff, Kareski declaraba
con entusiasmo que estaba satisfecho con las nuevas leyes de Nuremberg
que prohibían terminantemente todos los contactos sexuales entre los judíos y
los arios. En palabras de gratitud, Kareski elogió las leyes como el
cumplimiento de los deseos del sionismo.
«“Durante muchos
años he considerado que una separación completa entre las actividades
culturales de los dos pueblos es condición para una colaboración pacífica
siempre que esté basada en el respeto por la nacionalidad extranjera. […] Las Leyes de Nuremberg aparte de sus
disposiciones legales, me parecen que se ajustan perfectamente a este deseo de
una vida separada basada en el respeto mutuo. Pienso especialmente en la ordenanza que establece sistemas
escolares separados. Las escuelas judías cumplen todas las demandas políticas
de mis amigos, porque ellos consideran que es absolutamente esencial una
educación judía conforme a sus tradiciones y su modo de vida.”»
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Un matrimonio
judío en Alemania ostentan la estrella amarilla de identidad judía |
Georg Kareski, entre otras aberraciones promovidas y
cometidas,
impulsó la idea de que los judíos debían ser forzados a usar la estrella de
David para identificarlos y como herramienta para presionarlos a emigrar.
Finalmente, su solicitud fue aceptada en octubre de 1939. En realidad se
trataba como en el caso de las leyes de Nuremberg, de pensamientos y objetivos
comunes de nazis y sionistas. «La
reacción más significativa —y que tuvo repercusiones dentro y fuera de la
comunidad alemana judía—, fue articulada por Robert Weltsch,
el editor del ‘Jüdische Rundschau’ (JR),
el órgano oficial de la ‘Zionistische Vereinigung für Deutschland’ (DVfD). El 4
de abril (1933) publicó un artículo en la primera plana con un título que se
convertiría en una consigna: “Lleva con orgullo la insignia amarilla”.»
Según la psicopatía sionista, al identificarse con ese símbolo de
discriminación, los judíos no podrían asimilarse y finalmente terminarían
aceptando la causa del sionismo.
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Un grupo de
judíos apresados durante la
Kristallnacht (1938) son obligados a desfilar portando una
estrella amarilla |
«A pesar del rechazo de Jabotinsky, Kareski
siempre tuvo sus apologistas dentro del movimiento revisionista. Siempre había
habido quienes estaban disconformes con el antinazismo de Jabotinsky. Si era
permisible para Jabotinsky tratar con Simon Petliura en el acuerdo de
Slavinsky, cuando
el ejército ucraniano ya había masacrado a 30.000 judíos, ¿por qué iba a ser
inaceptable tratar con Hitler? Antes de la Kristallnacht
[la Noche de
los Cristales Rotos], Hitler aún no había matado judíos por el hecho de serlo.
Estos revisionistas estaban convencidos de que la victoria de Hitler anunciaba
una era fascista, y que los judíos simplemente tenían que entender eso y
adaptarse. […]
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Avram Rosenthal
de 5 años y su hermano Emanuel de 2 años
del gueto de Kovno (Lituania) portando la estrella amarilla. Ambos niños fueron
deportados al campo de concentración nazi de Majdanek (Polonia) donde fueron
asesinados |
Kareski, un revisionista clásico, aunque de tipo extremo, fue un
traidor a la comunidad alemana judía. Su visión se dirigía hacia algo tan
profético como un Estado revisionista que abarcara desde el Mediterráneo hacia
el Éufrates, con Mussolini como protector mandatario.
[…] Su interés estaba en usar la Jugend
Herzlia como una Legión Judía para proteger de los ataques a
los judíos de Palestina.
No es sorprendente que los nazis utilizaran a Kareski como su colaborador en
Alemania. […] Kareski aparecía ante los nazis como el personaje idóneo para la
función: la caricatura guiñolesca del judío, un usurero retorcido, tan celoso
como un rabino medieval por mantener a los judíos aparte de la descreída
humanidad, y a la cabeza de un movimiento emigracionista de camisas pardas.»
En 1921, Vladimir Zeev Jabotinsky, el padre del sionismo
revisionista, firmó un acuerdo con Maxim Slavinsky, el embajador de Simon Petliura
en Praga, en relación con la formación de una gendarmería judía que debía
acompañar la supuesta invasión de Petliura a Ucrania, y que serviría para
proteger a la población judía de los pogromos . Este acuerdo no llegó a
materializarse, y Jabotinsky fue duramente criticado por la mayoría de los
grupos sionistas. Sin embargo, él no se arrepintió del acuerdo firmado y
siempre estuvo orgulloso de haberlo hecho. Cfr. Joseph B. Schechtman, “The Jabotinsky-Slavinsky
Agreement”, Jewish Social Studies,
XVII (1955), pp. 289-306.